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¿Qué hago en el taller de restauración?

Durante los últimos 5 o 6 años voy una vez por semana a un taller donde aprendo a restaurar muebles. Bueno restauramos o reciclamos muebles. Yo en este tiempo he restaurado un montón de cosas, desde mesas, aparadores, mesillas, cómodas, etc. Y reciclado otras cuantas. Pero hoy os quería mostrar mi penúltimo proyecto que me ha costado mucho tiempo terminar, y no por que fuese difícil, sino por que las clases se suspendieron y antes de eso yo no me encontraba muy bien de salud y me fue difícil ponerme a tope con ello.

Ha sido un proceso de altos y bajos, había días que si hubiese habido una hoguera cerca el mueble hubiese terminado pasto de las llamas. Pero cuando veía progreso me animaba.

El proceso comenzó con el decapado, y como era un barniz industrial me costo muchísimo eliminarlo. Luego como el color con el que habían teñido la madera no era mucho de mi agrado me toco «lavar» el mueble. Y a que me refiero con lavarlo, bueno pues a coger un trapo mojado en agua tibia y luego frotar con una lana de acero, y así una y otra vez dejando que se secara entre medias. Al mueble le faltaba la vitrina de encima con lo que me toco poner chapa de madera en la parte de arrida para que quedase bien. Vaya pesadilla, salieron pompas de aire por todas partes y me toco darle con la plancha caliente hasta conseguir que se pegase todo.

Aquí no acaba la historia, había que barnizar. El cuerpo fue fácil, pero la chapa, ay la chapa que dolor de cabeza me dio. Al poner el barniz a de base agua volvieron a salir pompas de aire y me toco volver a planchar y en algunos sitios a poner mas cola.

A pesar de haber sufrido por el camino, al final ha merecido la pena.

Fotos del antes (perdonar la calidad de la foto, pero se me paso sacar alguna y estas son de la pagina donde compre el mueble)

Y el después ya en casa.

Me encontré unas sillas viejas, sucias y en muy mal estado. ¿Qué hago?

Hace algún tiempo, paseando cerca de casa, me encontré en la calle un par de sillas. Estaban en muy mal estado, sucias, desvencijadas y en muy mal estado. No sé si lo sabéis, pero todas las semanas desde hace 5 años voy un día a la semana a un taller de restauración. Esas sillas eran perfectas para mis clases, todo un desafio.

Aquí os dejo unas fotos del estado en el que estaban las sillas. Como podréis ver, por dentro estaban asquerosas, tenían moho, y no quiero pensar que mas. Tuve que usar guantes y mascarilla para poder limpiar y desmontar todo.

Vistas así no parecen tan mal, pero esterar a ver como estaban al quitar la tela.

Visto así no está tan mal.
Miedito me dio ver esto.

Una vez desmontada me toco limpiar el bastidor del asiento, con agua y lejía, para eliminar todo. Cambiar las cinchas del asiento, poner nuevo relleno y por supuesto lo mas importante, tapizar de nuevo. Os dejo con la intriga del tapiado hasta el final.

Nuevas cinchas para el asiento
Nuevo relleno.
Asiento casi, casi terminado.

A la silla en si la tuve que encolar de nuevo y lijar para poder pintar encima. En esta ocasión elegí una pintura a la tiza, primera mano en color gris y la segunda mano en color blanco. La idea era desgastarla por algunos lados, sobre todo donde estaban los relieves y los bordes para que se viese el gris y la madera.

Con la primera mano de pintura gris.

Aquí la tenéis terminada. Esta tela me enamoro nada mas verla en la tienda y cuando las sillas cayeron en mis manos, corrí a comprarla.

Una vez terminadas, se fueron a un nuevo hogar a disfrutar de una segunda vida.

¡Terminadas!

Así que antes de tirar un mueble a la basura, pensar que con un poco de cariño se pueden volver en unas piezas nuevas y maravillosas listas para una segunda vida.

¿Qué hago… con los lienzos que tenía por casa?

Que quede claro que no sé dibujar, me imagino un precioso dibujo en mi cabeza y cuando me ponga a ello parece que lo hizo un niño de 3 años. Pero dicho esto me pregunté ¿Qué hago con los lienzos que tenia por casa? No me resistí a no darles uso y me decidí a pintar (que no dibujar), y a eso que me puse con todo mi empeño.  ¿Qué hago… con los lienzos que tenía por casa?

Hace algún tiempo me compre unos lienzos para hacer transfer de fotografías (explicado en otro post del blog- https://quehagobymaynda.com/que-hago-con-mis-fotos/) y los tenía «abandonados» en mi cuarto de manualidades. Con esto de la cuarentena en casa los desempolvé y les di uso.

Tenía unos cuantos tubos de pintura acrílica de colores básicos (rojo, amarillo, algunos verdes, algunos azules y también algunos metalizados), con eso me bastaba para comenzar. Lo primero que hice fue trazar sobre el lienzo lo que quería pintar. ¿En qué me inspire? En los dibujos que hago cuando estoy en una reunión y me quiero concentrar. Sonara extraño, pero cuando estoy en una reunión y quiero concentrarme en lo que están diciendo, me dedico a dibujar rallas y círculos en el cuaderno. Tendríais que ver cómo quedan luego las notas que tomo, todo un cuadro y nunca mejor dicho.

Con los cuadros ya pintados lo último que hice para protegerlos un poco fue darles una manita de látex líquido y voilà aquí tenéis el resultado. Me dicen que me han quedado muy étnicos. ¿Qué opináis?

Este cuadro lo pinté encima de uno que hice hace tiempo y que no me gustaba nada de nada, era horrendo. El primero lo hice en tonos verdes, no sé muy bien porqué ya que no es un color que me guste. Creo que así queda mucho mejor.

Estos otros pintados en lienzos redondos son los que más me gustan de todos. ¿y a vosotros?

Cuadro redondo étnico

El truco para no tener que enmarcar o que se vea el borde blanco es continuar con la pintura por los laterales, así los podéis colgar y que vistos de lado queden bien.

¿Qué hago … con mis fotos?

Todos tenemos fotos que nos gustan, pero en este mundo digital suelen estar en el ordenador y rara vez las vemos.

Aquí os propongo una manera original de convertir tus fotos en hermosos cuadros. ¿Cómo? Os preguntaréis, sencillo haciendo una transferencia de la misma a un lienzo.

Lo que se necesita lo podéis encontrar en cualquier tienda de bricolaje o manualidades.

  • Cola blanca
  • Látex
  • Pincel y paletina
  • Lienzo
  • Trapo
  • Pintura acrilica (opcional)

Lo primero que tenemos que hacer es una impresión láser, no sirven las de chorro de tinta. Las impresoras láser tienen medidas standar (A4 o A3) por lo que si necesitais otras tendreis que hacer una impresion en plotter. Ojo, a la hora de imprimir hay que voltear la imagen 180 grados en horizontal sobre todo si tiene algún texto, si no saldrá del reves.

Una vez  tengáis la impresión hay que pintarla con la cola blanca y colocarla sobre el lienzo, asegurandose de que no queden burbujas de aire. Dejamos secar bien y ya estamos listos para retirar el papel.

Con un trapo humedo o con un pulverizador vamos humedeciendo el papel y retirandolo con cuidado. Mi truco para quitar la primera capa (la más gruesa) no es tirar del mismo, sino hacer rodar la yema de los dedos Sobre el papel. Una vez quitada esta capa dejamos que se seque otra vez el lienzo.

Para retirar el resto del papel humedeceros los dedos y frotar con suavidad, para quitar las bolitas de papel que se quedan sobre el lienzo utilizar un trapo seco sin presionar. Hacer una o dos pasadas sobre el lienzo cada vez y dejar secar. Repetir este proceso hasta que se haya eliminado por completo. Tener en cuenta que si la impresión la hemos hecho en plotter necesitamos más pasadas ya que el papel es más grueso. No os preocupéis si una vez retirado el papel queda mate o apagado, esto se soluciona con el latex.

Si no le vais a poner marco al lienzo y no quereis que quede el borde blanco, pintarlo con pintura acrilica de un color que haga juego con la foto o imagen que hemos transferido. Esto también lo uso para rellenar los bordes blancos que quedan si el lienzo es un poco más grande que la impresión.

Transfer efecto envejecido
Transfer efecto envejecido impresión láser

Transfer plotter
Transfer plotter

Y por ultimo sólo nos queda protegerlo con una manita de látex.

Trucos que he aprendido con la practica, si quereis que quede desgastado y con aspecto envejecido la capa de cola blanca no tiene que ser uniforme y muy gruesa; pero si por el contrario quereis que quede perfectamente transferida tiene que ser mas gruesa y homogenea, eso si sin exagerar que si no correnos el riesgo de que no quedé bien.

Yo os los puede hacer, y las tarifas son:

  • 20×20: 20 €
  • 20×30: 25 €
  • 30×40: 30 €

Para otras medidas consultar enviando vuestra consulta desde el formulario de contacto.

¿Qué hacer con las latas?

El otro día estaba haciendo algo tan mundano cómo tirar las latas y los envases en el contenedor amarillo cuando se me vino una idea a la cabeza (ya os dije que la inspiración pude venir en cualquier momento). ¿Y si hago algo bonito con las latas? Y dicho y hecho UN JARRÓN. Eso si, ponerle flores secas o de tela ya que con el agua igual se estropea.

lata1

Al ser una lata abre fácil hay que asegurarse que no nos cortaremos con el filo, para eso algo tan sencillo como unos alicates planos para doblar el borde hacia arriba.

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Yo en esta ocasión la quería pintar y claro hace falta una manita de imprimación, no vaya a ser que después de todo el esfuerzo no nos quede bien.

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Aprovechando que estaba pintando otra cosa con una pintura plata pues ala una capa también a la lata.

Ahora sólo queda adornarla un poco: cordón de goma Eva siguiendo el ondulado de la lata y remate con unas flores pintadas en el mismo color.

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Creo que queda muy original y es ideal para poner en una terraza, baño,…

Prometo hacer más modelos y mostrarlos aquí.

¡Hasta pronto!